viernes, 10 de julio de 2009

Mina "Very Good". Riotuerto. Entrambasaguas. Cantabria.

Foto superior: Bocamina de la"Very Good".
Aprovechando una tarde libre de esta semanuca, El Mineral Digital se ha acercado a esta antigua explotación de zinc situada en el pueblo de Riotuerto, más concretamente en el llamado “Barrio de Arriba” o “Cullarriba” como les gusta decir a los lugareños. Tampoco le llaman a la mina por su denominación, sino que se refieren a ella como “La Buena”. Gracias a dos amables paisanos del lugar, Tito y Lolo, que gustosamente se ofrecieron a acompañarme pude dar con la bocamina sin ninguna dificultad, esta se sitúa a menos de quinientos metros de la carretera general, subiendo una calleja forestal.
La bocamina se encuentra tapada por abundante matorral, pero aún se distingue del terreno circundante ya que está rodeada de eucaliptales. Algunos compañeros coleccionistas y picapedreros me habían avisado por adelantado que poca cosa iba a encontrar en esta mina, pues aparte de haber sido muy visitada, apenas ofrecía pequeñas calcitas en geodas dolomíticas y por supuesto la esfalerita masiva por la que se estuvo explotando antaño. Aún así y ya que pocas referencias se pueden encontrar de esta explotación, sobre todo en la red, decidí darme una vueltuca por sus galerías para pasar la tarde. Tras despedirme de mis improvisados acompañantes y comprobar que la entrada era factible (la puerta estaba abierta sin candado), traspuse el umbral de la bocamina, a mi izquierda y también de frente, dos hornos, a mi derecha, lo que debió ser zona de descanso y comida. Al frente la galería principal, dividida en dos alturas y con una manga de agua colgando de la superior. Ya en esta entrada se vislumbran las vetas de vermiculita recorriendo las paredes, pocos pasos más adelante se abren catas laterales que mueren a los pocos metros, y un poco más allá las galerías, todas numeradas con pintura roja en la roca, techos altos y abundante escombro por los suelos. Algunos respiraderos habían descargado trombas de arcilla que se acumulan en pequeños montículos. La mina aún así se ve muy limpia, exceptuando alguna bolsa y botellas de agua de plástico.
Las geodas han sido picadas, no queda apenas rastro de la dolomía ni de las calcitas que contenían (he visto recientemente algunas en la colección de un amigo y son escalenoedros pequeñitos). Las vetas de esfalerita también han sufrido menoscabo, incluso las de los pilares, no me explico porque no pican las paredes y techos y en cambio se obstinan en picar el pilar, con el consiguiente agrietamiento de este y los posteriores derrumbes que esto provoca. Cosas de neófitos imagino.
En la galería seis encuentro los restos del maderamen de un elevador, todo podrido por la alta humedad existente. No recojo muestras ni pico en ningún sitio ya que en la entrada he visto escombro suficiente para llevar alguna muestra para fotografiar, lo que veo en las paredes no difiere en nada. Sigo descendiendo acercándome a las galerías once y doce, entre ellas encuentro unas improvisadas escaleras de piedra que las separan, aquí la humedad aumenta, a ambos lados veo escombreras antiguas de material, un poco más adelante el descenso empieza a hacerse dificultoso, mucho barro, desprendimientos laterales, galerías obstruidas y techos inestables, antes de llegar a la galería trece doy por concluido el paseo, aquí los derrumbes son mayores y la inestabilidad de los techos y paredes no presagia nada bueno, el suelo se encuentra sembrado de obstáculos que han caído del techo, enormes grietas lo recorren y grandes rocas amenazan con desplomarse. Emprendo el regreso recogiendo piezucas del suelo, ya en la entrada aparto la mayoría y me quedo con una docena para ilustrar este artículo, ocho de ellas las meto en aguafuerte para eliminar la suciedad y destapar más la esfalerita, las otras cuatro las reservo porque una de ellas tiene algo de smithsonita en la parte posterior, y las otras, pequeñas geodas de dolomita, las cuales no quiero que sufran con el ácido. Tras contraatacar el ácido con abundante agua y tras una pasada por la lupa, compruebo que estas blendas son de un color melado con abundantes tonos verdosos, inapreciables casi en las imágenes que os muestro, pero si de visu bajo la lupa. En suma, ninguna pieza reseñable como era de esperar, pero una muy buena manera de pasar la tarde conociendo otra mina de mi región, espero que os agrade este mini reporte. Saludos picapedreros.
Foto superior: Riotuerto desde la bocamina.

Texto y Fotografías: Picapiedra

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